El pasado lunes 17 de marzo, el gobierno de Ruanda rompió relaciones diplomáticas con Bélgica, a quien acusó de “sostener sus delirios neocoloniales”, dando 48 horas paras que los representantes del país europeo abandonaran la nación africana.
En este contexto, el gobierno ruandés informó «Hoy, Bélgica ha tomado claramente partido en un conflicto regional y continúa movilizándose sistemáticamente contra Ruanda en diferentes foros, utilizando mentiras y manipulación para asegurar una opinión hostil injustificada sobre Ruanda, en un intento de desestabilizar tanto a Ruanda como a la región».
Por su parte, el ministro belga de Asuntos Exteriores, Maxime Prevot, declaró «Bélgica lamenta la decisión de Ruanda de romper relaciones diplomáticas con Bélgica y declarar a los diplomáticos belgas personas no gratas» de igual forma el país europeo ordenó expulsar a todos los diplomáticos ruandeses de su país.

Luego que la ONU aprobara una resolución responsabilizando al ejército ruandés como al grupo rebelde M23 de la reciente escalada de la crisis en la República Democrática del Congo el pasado miércoles 19 de marzo, el diputado al Parlamento Europeo, Thierry Mariani, señaló que la Unión Europea finalmente ha comenzado a tomar medidas, de manera importante, implementando restricciones comerciales contra Gazebo Gold Refinery, una empresa vinculada a Ruanda que presuntamente está involucrada en la venta de minerales saqueados.
El pasado martes 18 de marzo en la ciudad de Doha, Qatar, el presidentes Paul Kagame y su par congolés Félix Tshisekedi, lograron reunirse para iniciar sus primeras conversaciones directas tras el fracaso de un intento previo de alto al fuego entre el gobierno de la República Democrática del Congo y a los líderes del grupo rebelde M23.

El Congo y Ruanda reafirmaron su compromiso con un alto el fuego inmediato e incondicional, pero la declaración conjunta no ofreció detalles sobre cómo se implementaría o supervisaría ese alto el fuego, analistas esperan ver si se cumple esta medida y se logra frenar más de 30 años de conflictos en el centro de África por el control de los recursos estratégicos codiciados por los países industrializados.