En medio de los esfuerzos diplomáticos por alcanzar la paz en Ucrania, recientes iniciativas europeas han generado una escalada en las tensiones internacionales. Francia y el Reino Unido han propuesto el despliegue de una fuerza de seguridad europea de hasta 30.000 soldados en Ucrania, con el objetivo de garantizar la estabilidad tras un eventual acuerdo de paz.
Esta fuerza se centraría en la defensa aérea y marítima para proteger según afirman infraestructuras críticas y monitorear el cumplimiento de un alto el fuego.
El presidente francés, Emmanuel Macron, ha declarado que “no es necesario el permiso de Rusia para desplegar tropas en Ucrania”, enfatizando que la soberanía ucraniana permite a Kiev invitar a fuerzas aliadas según lo considere adecuado. Macron subrayó que este despliegue implicaría un número mínimo de tropas destinadas al entrenamiento y a demostrar un apoyo a largo plazo, con la participación de múltiples países europeos y no europeos como garantes de seguridad para Ucrania.
Sin embargo, Moscú ha reaccionado con firmeza ante esta propuesta. Maria Zakharova, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, declaró que la presencia de tropas de la Unión Europea en Ucrania sería considerada por Rusia como un «conflicto armado directo» con la UE y el Reino Unido.
Esta postura refleja la sensibilidad de Rusia respecto a la presencia militar occidental en territorios que considera dentro de su esfera de influencia.
Paralelamente, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado una conversación telefónica con su homólogo ruso, Vladímir Putin, programada para este venidero martes.
El objetivo de esta llamada es avanzar en la iniciativa de paz en Ucrania y discutir temas relacionados con el alto el fuego y posibles acuerdos territoriales. Trump ha expresado su confianza en que Putin aceptará el acuerdo de alto el fuego, a pesar de las reticencias del Kremlin, que exige la exclusión de Ucrania de la OTAN como parte del acuerdo además de la neutralidad de por vida de Ucrania.
El presidente Trump ha expresado que no se opondría al despliegue de tropas europeas en Ucrania como parte de una misión de paz.
El despliegue europeo podría complicar su intento de negociar un alto el fuego con Putin, ya que aumentaría la percepción de que Occidente sigue interviniendo activamente en la guerra, lo que endurecería la postura de Moscú en la mesa de negociaciones.