En el lugar fueron encontrados restos óseos, algunos con «indicios de calcinación», pero aún no se ha determinado un número de fallecidos, informó la Fiscalía de Jalisco. Pero el hecho de que hayan sido encontrados cientos de zapatos, ropa, mochilas y otros objetos personales hace temer a los buscadores que pueda tratarse de un lugar donde hubo muchos asesinatos.

«Mira, les ponían apodos», dice una mujer al mirar las hojas. Algunas solo tienen sobrenombres en grupos de hasta 10. Otras tienen el encabezado «Comando» o «Apoyo», o una anotación de «Reclutas 74, 59 hombres, 9 mujeres».
Estas anotaciones estaban entre cientos de objetos personales hallados en el Rancho Izaguirre, una finca localizada en una región agrícola de Teuchitlán, a una hora de camino desde la ciudad de Guadalajara, en el oeste de México.
Los miembros del grupo Guerreros Buscadores de Jalisco, que tratan de hallar a personas que han desaparecido por la violencia en el país, también encontraron restos óseos en fosas clandestinas e indicios de que los cuerpos fueron calcinados.
Este lugar había sido asegurado e investigado por las autoridades federales y del estado de Jalisco en septiembre del año pasado, pero sus indagatorias no habían localizado los restos que sí encontraron los buscadores de víctimas la semana pasada.
Y es que, según los primeros indicios, este terreno era empleado por miembros del crimen organizado (la zona está controlada por el Cartel Jalisco Nueva Generación) para reclutar y entrenar a jóvenes que se sumarían a sus comandos.

El Rancho Izaguirre es un terreno rectangular, con unas construcciones ligeras y rodeado de muros perimetrales, en medio de tierras de cultivo en el municipio de Teuchitlán.

Diez personas fueron detenidas en el procedimiento, mientras otras más huyeron.
Asimismo, dos secuestrados fueron rescatados y se encontró un cadáver, informó la Fiscalía de Jalisco.
La presencia del fallecido llevó a las autoridades a iniciar una revisión del predio, el cual, según la prensa local, tiene unos 10.000 metros cuadrados de extensión.

Hasta ahora, los investigadores han confirmado la existencia de «seis lotes óseos en cuatro espacios» y han asegurado que la ropa y demás pertenencias halladas corresponden tanto a personas involucradas en «actos ilícitos» como a víctimas de estos.
Según la investigación, se corroboró «una modalidad que no había sido utilizada por el grupo criminal: además de calcinar los restos, éstos fueron ocultados bajo una losa de ladrillo y una capa de tierra».
La Fiscalía de Jalisco informó que hay unos 400 objetos personales, como ropa, calzado y mochilas.
Con la experiencia que tienen en otros sitios de búsqueda, se dieron a la tarea de excavar para ver si había indicios de víctimas mortales. Y entonces comenzaron a encontrar los restos óseos, algunos con rastros de haber sido expuestos al fuego. Navarro no duda en señalar que era un sitio de «reclutamiento y exterminio» como nunca habían visto.


Identificaron que en el terreno «había un área de entrenamiento táctico y otra de acondicionamiento físico», así como armas, chalecos y casquillos. El fiscal González aseguró que habrá «transparencia» en las investigaciones y su oficina ha hecho públicos datos y fotografías de todos los objetos encontrados en el predio para ayudar a familiares de víctimas a identificarlos.

La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, dijo que es «terrible» lo ocurrido y cuestionó el actuar de la fiscalía estatal desde que arrancó el caso el año pasado: «¿Por qué después no resguardaron el lugar? Hay que hacer una investigación de qué fue lo que pasó», dijo la mandataria.
El fiscal general Alejandro Gertz anunció que habrá una investigación federal para determinar si su oficina toma el control del caso o lo deja en manos de la autoridad de Jalisco. «En un plazo muy razonable vamos a tener ya una información general y antes de hacer cualquier atracción lo vamos a dar a conocer», dijo.
Mientras, los distintos colectivos de buscadores de desaparecidos y familiares de víctimas han estado revisando los datos y fotografías que se han compartido para hallar evidencias de sus seres queridos.