Türkiye, bajo el liderazgo del presidente Recep Tayyip Erdoğan, ha mantenido durante décadas su aspiración de unirse a la Unión Europea (UE). Sin embargo, las prolongadas demoras y rechazos en el proceso de adhesión han llevado al país a explorar alianzas alternativas, incluyendo un acercamiento significativo al bloque de economías emergentes conocido como BRICS.
Las conversaciones formales para la adhesión de Turquía a la UE comenzaron el 3 de octubre de 2005. No obstante, el proceso se ha caracterizado por avances lentos y múltiples obstáculos.
El 13 de marzo de 2019, el Parlamento Europeo recomendó la suspensión de las negociaciones de adhesión de Türkiye, citando preocupaciones sobre el estado de derecho, los derechos humanos y la libertad de prensa en el país.
Esta recomendación reflejó una creciente distancia entre Ankara y Bruselas, dejando en suspenso las aspiraciones europeas de Türkiye aunque, con el plan de rearme que aprobó recientemente la UE por medio de Úrsula Vonder Leyen, ahora los antes países reticentes al ingreso de Turquía piden a Ankara que les asista en dicho plan de rearme.
“Para ser claros, no puedes considerar mejorar la seguridad de Europa sin Türkiye. Nuestros amigos europeos deberían avanzar el proceso de adhesión con una estrategia visionaria”, sentenció el líder turco.

Poco después, los líderes de la UE se reunieron por videoconferencia con los líderes de Reino Unido, Canadá, Türkiye, Noruega e Islandia para discutir seguridad y defensa, así como la guerra en Ucrania. Estas conversaciones buscan formar alianzas y modelos de colaboración para un rearme conjunto, mayor seguridad europea, y consideran la creación de un banco de rearme alejados de EE.UU.
“Solo Türkiye puede salvar a la UE del bloqueo en el que ha caído, desde la economía a la defensa y desde la política a la reputación internacional” señaló Erdoğan.
Coqueteo con los BRICS
En respuesta a los desafíos en su camino hacia la UE, Türkiye ha buscado fortalecer sus relaciones con otras alianzas internacionales. En septiembre de 2022, el presidente Erdoğan anunció la intención de Turquía de unirse a la Organización de Cooperación de Shanghái, una señal clara de su interés en diversificar sus alianzas geopolíticas.
Posteriormente, el 2 de septiembre de 2024, Türkiye solicitó oficialmente unirse a los BRICS, convirtiéndose en el primer miembro de la OTAN en buscar tal afiliación.
Aunque aún no se ha otorgado la membresía plena, en noviembre de 2024, el ministro de Comercio turco, Omer Bolat, anunció que a Türkiye se le había ofrecido el estatus de «país asociado» en los BRICS, una categoría que permite una colaboración más estrecha sin ser miembro pleno del bloque.
La búsqueda de Türkiye por equilibrar sus relaciones entre Occidente y las economías emergentes tiene múltiples implicaciones geopolíticas como por ejemplo la diversificación de alianzas, por lo que la aproximación de Turquía a los BRICS refleja su intención de no depender exclusivamente de Occidente.
Türkiye busca nuevas oportunidades económicas y estratégicas en colaboración con países como China, Rusia e India. y la compra del moderno sistema S400 a Rusia para fortalecer los cielos de Türkiye pese al malestar de la OTAN es reflejo del estilo de política internacional de Erdoğan.
El presidente turco ha sido claro en su intención de ampliar las alianzas internacionales de Türkiye. En declaraciones a la revista Newsweek en julio de 2024, afirmó que no considera la membresía de Türkiye en la OTAN como una alternativa a la cooperación con organizaciones como los BRICS y la Organización de Cooperación de Shanghái, sino como complementarias en la búsqueda de una política exterior más independiente y multifacética.