Actualmente el 90% de los desastres climáticos están relacionados con el agua, y quienes viven en pueblos y ciudades, están en primera línea, según WaterAid.
Es sorprendente en aumento de la frecuencia y ferocidad de los eventos climáticos extremos en zonas pobladas del mundo.
La organización especializada en estudios y soluciones vinculadas al acceso de las personas a agua potable WaterAid, señala en un estudio que “la amenaza de demasiada o muy poca agua lo pone todo en riesgo”.
Calcula que “en este momento, el 90% de los desastres climáticos están relacionados con el agua, y los 4.400 millones de personas que viven en pueblos y ciudades, especialmente en los países de bajos ingresos, están en primera línea”.
Más lluvia de lo habitual
Tres países de Sur América han sido especialmente afectados por inusuales cantidades de agua producto de las lluvias.
Bolivia
La Agencia Boliviana de Noticias (Abi) informó que hasta este 12 de marzo “intensas y persistentes lluvias causaron la muerte de 42 personas y dejaron a 186.056 familias afectadas en los nueve departamentos del país” según datos entregados por el viceministro de Defensa Civil, Juan Carlos Calvimontes.
LEA MÁS: Alerta roja en Bolivia por riesgo de inundaciones causadas por intensas lluvias
Las cifras las desgranan así: 136.885 familias afectadas, 49.171 familias damnificadas, 42 personas fallecidas, 7 desaparecidas y 68 familias evacuadas en el municipio de La Paz y en el municipio de Palca.
Se informó de una alerta roja en 98 municipios por el riesgo de inundaciones producto de las crecidas de ríos. Cochabamba, La Paz, Santa Cruz, Chuquisaca y Potosí son los departamentos que se prevé sufrirán inundaciones.
Según datos oficiales, desde noviembre de 2024 hasta el 11 de marzo de 2025 ya se registran 39 municipios que se declararon en desastre.
Ecuador
Las intensas lluvias en Ecuador llevaron al Gobierno a declarar en emergencia a ocho de las veinticuatro provincias del país, seis de ellas en la costa, entre las que está Guayas.
Medios locales señalan que 19 personas han fallecido, desde inicios de año debido a las fuertes lluvias y otras 95.904 han resultado afectadas.
La Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos (SNGR) informó que el número de damnificados directos se contabiliza en 9.872
El Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología ecuatoriano (INAMHI) dijo que las precipitaciones de alta intensidad continuarán afectando a gran parte del Ecuador, con especial énfasis en las regiones del Litoral y la zona sur del país. Esperan que entre el 13 y el 17 de marzo las lluvias sean más fuertes, con eventos significativos principalmente en las tardes y madrugadas con fuertes descargas eléctricas y ráfagas de viento.
El ingreso de humedad y la convergencia de vientos provenientes de la Zona de Convergencia Intertropical y la cuenca amazónica, sumados al calentamiento diurno, incrementan la probabilidad de lluvias intensas.
Bahía Blanca, Argentina
En Argentina, las catastróficas inundaciones en Bahía Blanca, una ciudad del sur de la provincia de Buenos Aires, el 7 de marzo, fueron causadas principalmente por un evento de lluvia intenso y sin precedentes.
LEA MÁS: Inundaciones al menos 16 muertos, 1.500 evacuados y 400 millones de dólares en daños
El medio especializado Econews asegura que, en un lapso aproximado de ocho horas, la ciudad recibió más de 400 milímetros (15,7 pulgadas) de lluvia, lo que equivale a toda la lluvia de un año entero en esa zona.
Esa cantidad de agua “provocó graves inundaciones repentinas, que causaron la pérdida de vidas (ya se han registrado 16 muertes y más de 150 personas siguen desaparecidas tres días después del suceso), importantes daños en las infraestructuras, incluida la destrucción de puentes y el derrumbe de carreteras asfaltadas”
Además, la acumulación de agua desbordó los sistemas de drenaje, provocando una inundación generalizada de hogares, hospitales y calles.
EcoNews citando a Marisol Osman, experta de CIMA/CONICET-UBA, Argentina señala que “la catastrófica situación que está sufriendo Bahía Blanca demuestra claramente la urgente necesidad de priorizar medidas de adaptación para proteger a las comunidades y garantizar un futuro más seguro para todos. Esto implica la necesidad de que primero reconozcamos nuestro papel como seres humanos en la remodelación de los sistemas de la Tierra con la quema de combustibles fósiles”.

Alteración de los ciclos del agua
Estos son solo tres ejemplos de que a medida que la crisis climática continúa desequilibrando el ciclo del agua, muchas ciudades se ven afectadas con dificultades de anticipar y planificar.
Para WaterAid, presentó un estudio en el que examina las tendencias climáticas de los últimos 42 años en las 100 ciudades más pobladas del mundo, y muestra como el 15% de las ciudades examinadas están experimentando un «latigazo climático», una intensificación tanto en los períodos extremadamente húmedos como en los períodos secos extremos.
En la investigación señala que “la frecuencia y la magnitud de eventos como inundaciones y sequías están evolucionando debido a las tendencias climáticas. Y cuando los servicios y sistemas de agua, saneamiento e higiene no pueden hacer frente a extremos climáticos cada vez más intensos e impredecibles, a menudo son las personas más vulnerables y marginadas las que sufren los peores impactos en su salud, educación y medios de vida, empujándolas aún más a la pobreza”.
La emergencia climática que atravesamos está alterando radicalmente el clima de las zonas urbanas del mundo, amplificado las desigualdades sociales y los expertos advierten que las ciudades deben prepararse para un “futuro incierto”.