La vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, presentó un documento que revela cómo ExxonMobil financió un lobby para presionar al gobierno de EEUU con el objetivo de forzar la salida de Chevron de Venezuela.
El informe, titulado “Sanciones en el petróleo de Venezuela: menos dinero significa menos poder”, devela que la petrolera buscaba imponer más sanciones para generar una crisis económica y migratoria que “facilitara” un cambio de régimen en el país.
Rodríguez acusó a sectores de la oposición venezolana, como María Corina Machado y Leopoldo López, de apoyar esta estrategia, clasificándolos de “criminales transnacionales”.
El analista Jorge Luis Fuguett señaló que ExxonMobil intenta asegurar un respaldo legal mediante la Corte Internacional de Justicia (CIJ), y lo que realmente busca es afianzar su dominio sobre los recursos petroleros venezolanos.
La analista política, Indira Urbaneja explicó que “en Venezuela existe una oposición apátrida que supera a Maquiavelo. Disfrutan que EEUU retire las licencias que alivian las sanciones, que ellos mismos pidieron”.
En respuesta, el presidente Nicolás Maduro acusó a la ExxonMobil de orquestar una «venganza» contra Venezuela y de actuar con un «lobby maquiavélico» para destruir las inversiones de Chevron en el país.
El ministro de Interior, Diosdado Cabello, criticó a los opositores que se alinean con ExxonMobil y el gobierno de Guyana en la disputa por el territorio Esequibo, lo que calificó de «traición».