Romero explicó que la disputa entre ExxonMobil y Chevron por el control del petróleo venezolano es el trasfondo de las acciones de Estados Unidos.
El diputado Juan Romero, miembro de la Comisión Permanente de Seguridad y Defensa, denunció que Estados Unidos opera como una «corporación de intereses» y no como una democracia.
En sus declaraciones, Romero se refirió a las acciones de la administración Trump, específicamente la licencia 41A emitida a través de la OFAC, como una «extralimitación del ejercicio de soberanía» y una violación del derecho internacional público y las normas de intercambio comercial.
El diputado alega que ExxonMobil ha ignorado el derecho internacional al no respetar conceptos como plataforma continental, zona económica exclusiva y mar territorial, refiriéndose a «aguas de Guyana» que no existen en el derecho internacional.
Según el diputado, la transnacional ha tenido una actitud agresiva durante los últimos 10 años, especialmente desde 2015, en la costa oriental de la desembocadura del río Esequibo.
Chevron poseía una licencia para operar uno de los campos de petróleo liviano más importantes de Venezuela, el Campo Boscán, que cuenta con reservas de 26 mil millones de barriles de petróleo ultraliviano5. Este petróleo, esencialmente MN16, es crucial para las tres refinerías que Venezuela tiene en Citgo y para el suministro de más de 5.000 estaciones de servicio que controlan el 15% del mercado de lubricantes.
Diputado Juan Romero
El diputado Romero enfatizó que la licencia 41A emitida por Trump atenta contra la seguridad jurídica que un Estado debe proveer a las empresas para la explotación conjunta de petróleo. Si bien un Estado tiene la facultad de sancionar a una corporación o ejercer soberanía dentro de su territorio, Romero considera que la medida coercitiva unilateral y la licencia 41A constituyen una extralimitación en el ejercicio de soberanía.
Ante esta situación, Romero afirmó que la respuesta del gobierno venezolano es buscar «mayor autonomía, mayor desarrollo y acercamiento con otros actores». Calificó la acción de Trump como un «error geopolítico» que acerca aún más a Venezuela a otros actores globales como China y Rusia.