El torero mexicano Emilio Macías sufrió una grave cornada durante una corrida en la plaza de toros «La Ranchero Aguilar» en Tlaxcala. El incidente ocurrió el sábado 1 de marzo, cuando Macías se disponía a dar la estocada final al toro «Faraón». El animal lo embistió, dejándolo suspendido por varios segundos, antes de que el cuerno se le incrustara en la región rectal.
Macías fue trasladado de inmediato a un hospital en Puebla, donde fue sometido a una cirugía de nueve horas. Según informes médicos, la cornada causó graves destrozos en la zona rectal, así como lesiones en el fémur y otras partes del cuerpo.
«Acudimos a valoración encontrando Masculino de 29 años de edad, sin antecedentes patológicos clínicos ni quirúrgicos de importancia, consciente, orientado, con trauma penetrante en región anal, perianal y perineal secundaria trauma penetrante por asta de toro de 2 horas de evolución, álgido, con sangrado activo en dicha área y hematoma glúteo derecho, por lo que se decide realizar exploración anorrectal bajo anestesia de manera urgente», señalaron las directivas del centro asistencial.
Las corridas de toros han sido objeto de un intenso debate durante décadas, y cada vez más personas cuestionan su ética y su justificación en el siglo XXI. El toro es sometido a un sufrimiento extremo y prolongado. Es herido con banderillas y picas, lo que le causa dolor y estrés significativos. La estocada final, aunque se busca que sea rápida, a menudo no lo es, y el animal puede agonizar durante minutos.