En la 97ª edición de los Premios de la Academia, No Other Land ganó el Oscar a Mejor Película Documental, llevando consigo un mensaje contundente sobre la lucha palestina.
Este galardón no solo reconoce la calidad cinematográfica, sino también la valentía al abordar la devastadora realidad de la ocupación israelí, especialmente en Masafer Yatta, Cisjordania, donde miles de palestinos enfrentan desplazamientos forzados, detenciones arbitrarias y destrucción de hogares.
No Other Land es el resultado de la colaboración entre Basel Adra, palestino y activista, y Yuval Abraham, israelí y periodista, junto a los cineastas Hamdan Ballal y Rachel Szor. Esta obra fusiona dos perspectivas opuestas del conflicto.
Durante la ceremonia, Adra expresó su dolor personal y su esperanza por un futuro mejor para su hija, afirmando con la voz entrecortada: «Hace dos meses me convertí en padre y mi esperanza es que mi hija no tenga que vivir la misma vida que yo«.
Abraham, por su parte, reflexionó sobre las desigualdades entre los dos, destacando las diferencias entre las leyes militares que rigen la vida de los palestinos y la libertad que él disfruta bajo la ley civil israelí.
Más allá del conocimiento mediático del asedio israelí, No Other Land ofrece una visión más íntima y poco conocida de la vida en Masafer Yatta, donde los habitantes viven bajo la constante amenaza de desalojo, mientras el ejército israelí utiliza la zona para establecer campos de entrenamiento.
El documental muestra el derribo de un parque infantil local, la muerte del hermano de Adra a manos de soldados israelíes y de otros ataques de colonos judíos mientras la comunidad intenta sobrevivir, una realidad cruda que los palestinos enfrentan desde hace décadas.
«Llevamos décadas en esta situación y persiste«.
Basel Adra, director de No Other Land
Datos de la ONU, arrojan que Israel en su intensificación de la ocupación militar ha desplazado a unos 40.000 palestinos desde finales de enero.

Trump: El gran obstáculo
A pesar de su éxito en festivales como Berlinale, el documental ha enfrentado dificultades para su distribución en EEUU. Las distribuidoras estadounidenses han mostrado un notable desinterés, lo que los realizadores interpretan como una barrera política relacionada con el conflicto palestino-israelí y el respaldo estadounidense al gobierno de Israel.
Un ejemplo reciente de este apoyo fue la publicación de un video por Donald Trump, que presentó su visión para Gaza a través de una animación generada por inteligencia artificial, mostrando a Trump y Netanyahu disfrutando de la playa sin camisa.
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Yuval Abraham ha señalado: «La película se ha distribuido en todo el mundo y hay una gran demanda en EEUU, pero no hemos recibido el respaldo de grandes distribuidoras». Aunque No Other Land ha llegado a algunas salas gracias a Cinetic Media, los directores siguen luchando por abrir más espacios en el cine mainstream estadounidense, un mercado políticamente polarizado.