Las condiciones clínicas del Papa Francisco “se han mantenido estables” durante todo el día, informó el Vaticano en la tarde de este domingo 2 de marzo. Por lo tanto, los médicos confirman que no hay consecuencias directas en su estado de salud tras la crisis respiratoria que sufrió el pasado viernes.
Asimismo, el portavoz del Vaticano, Matteo Bruni, confirmó que el Papa Francisco “no ha requerido ventilación mecánica no invasiva, sino únicamente oxigenoterapia de alto flujo” y “continúa apirético”, es decir, sin fiebre.
Se trata del segundo día consecutivo que el Pontífice mantiene la estabilidad, después de una crisis de broncoespasmo que le provocó un episodio de vómito por inhalación y le obligó a recibir ventilación mecánica no invasiva.
Los médicos ya indicaron el sábado que la crisis había sido superada y que los análisis no presentaron leucocitosis, el aumento anormal del número de glóbulos blancos en la sangre que indica una infección.
“Esta mañana, el Santo Padre participó en la Santa Misa junto a quienes lo cuidan durante estos días de hospitalización y, posteriormente, alternó el descanso con la oración”, se lee al final del comunicado de este domingo.
Su cuadro clínico continúa siendo complejo y por lo tanto el pronóstico se mantiene reservado. El Santo Padre no está fuera de peligro y fuentes vaticanas subrayan que su complejidad puede también derivar en otras crisis.
El Pontífice fue hospitalizado el viernes 14 de febrero en el Hospital Gemelli de Roma para tratarse una bronquitis que después derivó en neumonía bilateral.
Reuniones Papales

El Papa Francisco se reunió en la mañana de este 2 de marzo con el Cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado, y con el sustituto para Asuntos Generales, Mons. Peña Parra, en su apartamento del Policlínico Gemelli, según informó el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni.
Se trata de la segunda vez que el Cardenal Parolin y Mons. Peña Parra visitan al Papa Francisco en el hospital. La primera reunión tuvo lugar el pasado lunes 25 de febrero, cuando el Santo Padre autorizó los decretos de cinco Siervos de Dios y aprobó la canonización del Beato venezolano José Gregorio Hernández y del italiano Bartolo Longo.