Acusado de intentar fundar una organización fascista y de recibir financiación ilícita, su detención ha sacudido la estabilidad democrática del país y suscita debates sobre la influencia extranjera en procesos electorales.
Călin Georgescu irrumpió en la escena política rumana como un candidato independiente de extrema derecha, obteniendo una sorprendente victoria en la primera vuelta de las elecciones presidenciales celebradas el 24 de noviembre de 2024, con el 22,95% de los votos. Su campaña se centró en fortalecer las capacidades de defensa de Rumania, diversificar las relaciones diplomáticas, aumentar el apoyo a los agricultores, promover la producción de energía y alimentos y reducir la dependencia de las importaciones.
Sin embargo, su discurso prorruso y su admiración por Vladimir Putin generaron controversia y antipatía por parte de líderes de la Unión Europea (UE).
El 6 de diciembre de 2024, el Tribunal Constitucional de Rumania anuló los resultados de la primera vuelta electoral, citando injerencia rusa en el proceso. Esta decisión provocó protestas masivas en Bucarest, donde miles de personas exigieron la dimisión del presidente Klaus Iohannis y la investidura de Georgescu.
Arresto y Acusaciones
Georgescu fue detenido por la policía rumana bajo sospecha de intentar fundar una organización fascista y antisemita. La investigación se originó a partir de un vídeo en el que Georgescu aparecía con un influencer nacionalista y antisemita, utilizando gestos y expresiones asociadas a Ion Antonescu, un conocido colaborador nazi. Seis cargos fueron presentados en su contra, incluyendo la formación de una organización fascista y la falsificación de su financiación electoral.
Durante los registros realizados por las autoridades, la policía dijo haber encontrado armas y grandes sumas de dinero en efectivo por lo que Georgescu es señalado de haber recibido financiación no declarada de Potra, un exlíder mercenario, lo que podría haber influido en su campaña electoral.

La detención de Georgescu ha polarizado a la sociedad rumana. Sus seguidores organizan manifestaciones en Bucarest, denunciando una persecución política y defendiendo su inocencia. La ultraderechista Alianza para la Unidad de los Rumanos (AUR) ha convocado concentraciones en protesta frente a la sede de la Fiscalía, mientras que la Gendarmería ha desplegado dispositivos de seguridad para mantener el orden público.
A nivel internacional, figuras como Elon Musk y el vicepresidente estadounidense J.D. Vance han criticado la detención de Georgescu, calificándola como un ataque a la democracia y a la libertad de expresión. Por otro lado, líderes europeos han expresado su preocupación por la posible influencia rusa en las elecciones rumanas y han respaldado las acciones legales emprendidas por las autoridades del país.
La situación actual plantea interrogantes sobre la integridad del proceso electoral rumano y la posible interferencia extranjera de la UE en la política nacional. La repetición de las elecciones presidenciales está programada para el 4 de mayo de 2025, pero la participación de Georgescu es incierta debido a las restricciones legales que les ha sido impuestas.