Este es un trastorno complejo que afecta el estado de ánimo, el pensamiento, el comportamiento y la función física y tiene como característica la pérdida de interés, los cambios en el apetito, la fatiga y los sentimientos de culpa.
Para cualquier caso, es fundamental recibir atención médica especializada, con un diagnóstico y tratamiento adecuados.
No se trata simplemente de un decaimiento emocional. La depresión da lugar a otras afecciones como estrés, fobias, ansiedad y trastornos obsesivos, e incluso puede conducir al suicidio en los casos más graves.
Sus causas son múltiples e incluyen antecedentes personales y/o familiares con cuadros depresivos; composición química, genética y hormonal, exposición a situaciones estresantes y traumas, problemas económicos, situación laboral o desempleo, pérdida o enfermedad de un ser querido o mascota.
Ante esta realidad, los expertos aconsejan buscar información y apoyo en diversas áreas: médica, terapéutica, emocional o religiosa.
También es recomendable adoptar hábitos de vida saludables, como evitar el consumo de alcohol y drogas, y realizar actividad física.
No obstante, la estigmatización de los padecimientos mentales, incluida la depresión, son un obstáculo para muchas personas en todo el mundo.